jueves, 14 de octubre de 2010

PARTICIPACION EN EL BLOG UNA IDEA MUCHO ARTE- SEPTIEMBRE

16/09/10

MARGA GRIGERA KERN





Ceder de buen grado, acrílico 40x50 cm


"Entonces yo se lo pedí, y ella, con esa dulce obediencia voluntaria que presta al hombre la niña que va para mujer, me lo cedió de buen grado. "
Acompañaría la obra con esta reflexión a la frase antedicha.... te pregunto niña: piensa antes de darme el racimo... ¿verdaderamente quieres dármelo? Puedes simplemente decir que no
..... algo tan de antaño y en muchos lugares aún vigente. Me impresiona mucho lo de la niña que va para mujer y cede de buen grado con esa dulce obediencia voluntaria que presta al hombre... y es entonces que quiero rescatar de mi interior a esa niña que aprendió a agradar, a complacer, antes que a preguntarse si era su decisión la o las entregas despilfarradas al prójimo...tan obligadas, tan enjuiciadas.

Marga Grigera Kern

este es el texto que había que ilustrar


Juan Ramón Jiménez
Platero y yo
El racimo olvidado
Después de las largas lluvias de octubre, en el oro celeste del día abierto, nos fuimos todos a las viñas. Platero llevaba la merienda y los sombreros de las niñas en un cobujón del seroncillo, y en el otro, de contrapeso, tierna, blanca y rosa, como una flor de albérchigo, a Blanca.
¡Qué encanto el del campo renovado! Iban los arroyos rebosantes, estaban blandamente aradas las tierras, y en los chopos marginales, festoneados todavía de amarillo, se veían ya los pájaros, negros.
De pronto, las niñas, una tras otra, corrieron, gritando:
— ¡Un raciiimo!, ¡un raciiimo!
En una cepa vieja, cuyos largos sarmientos enredados mostraban aún algunas renegridas y carmines hojas secas, encendía el picante sol un claro y sano racimo de ámbar, brilloso como la mujer en su otoño. ¡Todas lo querían! Victoria, que lo cogió, lo defendía a su espalda. Entonces yo se lo pedí, y ella, con esa dulce obediencia voluntaria que presta al hombre la niña que va para mujer, me lo cedió de buen grado.
Tenía el racimo cinco grandes uvas. Le di una a Victoria, una a Blanca, una a Lora, una a Pepa —¡los niños!— , y la última, entre risas y palmas unánimes, a Platero, que la cogió, brusco, con sus dientes enormes.


2 comentarios:

Eva Magallanes dijo...
Como dicha convocatoria ya pasó, me permito comentar tu propuesta. Tiene estilo, una estética a medio camino del dibujo y la pintura que está bien solucionada y es atractiva. Me gusta mucho el trabajo de los fondos. Y, precisamente entre fondo ( más pictórico) y figura ( más gráfico) se genera un contraste que aporta al estilo que mencionaba.Me parece un acierto en la composición, el racimo como uniendo a la mujer (dibujo) con el fondo ( manchas, signos).Y con respecto a la frase del texto a la que aludes, sí!, es estremecedora, sobre todo estremece la naturalidad con que esta dicha-escrita, como si fuese esa la condición natural e irreversible de lo femenino... y justo publiqué un post que desde otro lado aparentemente muy lejano, en definitiva habla de esa bondad que se supone debemos tener por ser mujeres.Mi cariño para ti y gracias por tu presencia en mi blog!
20 de octubre de 2010 14:06

Arte Marga Grigera dijo...
Eva, qué sorpresa encontrarte! Gracias por tu tiempo y tu dedicación... admiro tu blog y me siento honrada por tus palabras.
22 de octubre de 2010 18:00


visiten el blog de unaidea y participen

2 comentarios:

  1. Como dicha convocatoria ya pasó, me permito comentar tu propuesta. Tiene estilo, una estética a medio camino del dibujo y la pintura que está bien solucionada y es atractiva. Me gusta mucho el trabajo de los fondos. Y, precisamente entre fondo ( más pictórico) y figura ( más gráfico) se genera un contraste que aporta al estilo que mencionaba.
    Me parece un acierto en la composición, el racimo como uniendo a la mujer (dibujo) con el fondo ( manchas, signos).
    Y con respecto a la frase del texto a la que aludes, sí!, es estremecedora, sobre todo estremece la naturalidad con que esta dicha-escrita, como si fuese esa la condición natural e irreversible de lo femenino... y justo publiqué un post que desde otro lado aparentemente muy lejano, en definitiva habla de esa bondad que se supone debemos tener por ser mujeres.
    Mi cariño para ti y gracias por tu presencia en mi blog!

    Teniendo

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  2. Eva, qué sorpresa encontrarte! Gracias por tu tiempo y tu dedicación... admiro tu blog y me siento honrada por tus palabras.

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